Mi bebé llora mucho y no duerme

Si alguna vez te preguntaste "¿por qué mi bebé llora mucho y no duerme?", o descubriste que tu recién nacido lucha por dormir incluso cuando parece cansado, no estás solo; existen formas suaves de ayudarlo.

Esto es lo que podría estar sucediendo y cómo puedes satisfacer las necesidades de sueño de tu bebé:

  • Es posible que tengan que lidiar con hambre, dentición, ansiedad por separación o simplemente sentirse demasiado cansados: todas ellas razones comunes por las que los bebés luchan por dormir.

  • Es posible que notes señales como irritabilidad, siestas cortas, despertares frecuentes o que tu bebé proteste a la hora de acostarse durante 10 minutos antes de dormirse.

  • Pequeños cambios, como crear una rutina relajante para la hora de dormir, alimentarlo cuando él lo pida y adaptar el entorno para dormir, pueden ayudar a que tu bebé deje de luchar contra el sueño.

  • Y si tu bebé se niega a dormir de repente, es posible que esté pasando por una regresión del sueño o un salto en el desarrollo, que son dos cosas temporales y normales.

Esta guía explica por qué tu bebé puede resistirse a dormir y ofrece estrategias simples y tranquilizadoras para ayudarlos a ambos a descansar más, sin necesidad de horarios rígidos ni conjeturas.

¿Por qué los bebés luchan por dormir?

Es común preguntarse por qué mi bebé no duerme en la noche y llora mucho, sobre todo cuando parece cansado, pero aún se resiste a quedarse dormido. Dormir es esencial para su desarrollo, pero eso no significa que siempre le resulte fácil. Hay varias razones por las que tu bebé puede tener dificultades para dormir, y a menudo tienen que ver con lo que sucede en su pequeño mundo, tanto física como emocionalmente.

Ya sea que se trate de una fase temporal o de un patrón constante, comprender qué hay detrás puede ayudarle a apoyar a tu pequeño mientras adopta hábitos de sueño más reparadores.

Ansiedad por separación

Entre los 7 y los 9 meses, los bebés suelen empezar a experimentar ansiedad por separación, lo que significa que pueden molestarse si sales de la habitación, incluso solo para dormir. Empiezan a comprender que existes incluso cuando no estás a la vista, y esa comprensión puede dificultarles las buenas noches.

Quizás notes que tu bebé protesta a la hora de dormir durante 10 minutos antes de dormirse, llora al ponerlo en la cuna o intenta tocarte incluso cuando está cansado. Esta etapa forma parte de un desarrollo emocional saludable y suele mejorar con el tiempo. 

Saltos del desarrollo

El crecimiento y desarrollo cognitivo rápidos, también conocidos como saltos en el desarrollo, pueden interrumpir temporalmente el sueño. Si tu recién nacido tiene dificultades para dormir, puede deberse a que está aprendiendo nuevas habilidades como rodar, gatear o balbucear.

Estos cambios estimulan su cerebro y cuerpo, lo que dificulta que se relaje. Aunque estos hitos son emocionantes, pueden hacer que tu bebé se niegue a dormir cuando normalmente lo haría.

Regresiones del sueño

Las regresiones del sueño son otra razón común por la que tu bebé llora mucho de noche y no duerme, se niega a dormir o empieza a despertarse repentinamente con más frecuencia. Estas fases pueden ocurrir cerca de los hitos del desarrollo. La regresión del sueño de los 4 meses es el momento más común en que un bebé puede experimentarla y puede alterar los hábitos de sueño previamente establecidos. Tu pequeño podría parecer más inquieto, resistirse a las siestas o tener dificultades para conciliar el sueño por la noche.

Las regresiones del sueño son temporales y suelen resolverse en pocas semanas. Ofrecerle consuelo, mantener su rutina habitual para dormir y ser constante con su respuesta puede ayudar a facilitar la transición.

Hambre

"¿Por qué mi recién nacido tiene dificultades para dormir?" Bueno, a veces la respuesta es simplemente que tiene hambre. Especialmente en las primeras semanas, los recién nacidos necesitan alimentarse con frecuencia, incluso durante la noche. Si tu pequeño se despierta a menudo o le cuesta conciliar el sueño, una toma podría ser lo que necesita antes de relajarse y dormir.

Dentición

La dentición suele comenzar alrededor de los 6 meses, pero puede comenzar incluso a los 4 meses . La incomodidad puede explicar por qué tu bebé se resiste a dormir más de lo habitual. La inflamación de las encías, el babeo y la irritabilidad pueden dificultar que tu pequeño se tranquilice, especialmente por la noche. Masajear suavemente las encías u ofrecerle un mordedor puede ayudar a aliviar la incomodidad, pero si no sabes cómo apoyar a tu bebé durante esta fase, consulta con su médico. 

Malestar

Cualquier tipo de incomodidad, desde demasiado calor o demasiado frío, hasta un pañal que no esté seco o la adaptación a su nuevo mundo, podría ser la razón por la que tu bebé se niega a dormir. Los bebés son sensibles a su entorno, e incluso los pequeños cambios pueden afectar su estado de ánimo.

Presta atención a las señales de tu pequeño y detecta problemas comunes. Si nada parece obvio y la dificultad para dormir persiste, es recomendable consultar con el médico de tu bebé para descartar cualquier otra causa.

Para mayor comodidad y protección durante la noche, también podrías considerar los Pampers Premium Care Pants. Estos pañales están diseñados para hasta 12 horas de sequedad nocturna, con materiales suaves y mayor capacidad de absorción para que tu pequeño duerma más tiempo y con la mejor comodidad.

¿Cómo se ve un bebé que lucha por dormirse?

Cuando se trata de un recién nacido con dificultades para dormir, las señales pueden no ser siempre evidentes. Quizás tu bebé aún no pueda comunicarse con palabras, pero aun así podría mostrarte que está demasiado cansado o que le cuesta conciliar el sueño con su comportamiento.

A continuación se muestran algunas pistas comunes que podrían ayudarte a comprender por qué tu bebé no está durmiendo en la noche:

  • Quejarse, llorar o retorcerse cuando se le pone a dormir 

  • Frotarse los ojos, tirarse de las orejas o girar la cabeza. 

  • Tu bebé se vuelve más alerta o "conectado" a medida que el día llega a su fin. 

  • Apego o fuerte resistencia a ser menospreciado.

Estas señales suelen aparecer cuando tu bebé está sobreestimulado, demasiado cansado o experimenta cambios en su rutina; todas son causas comunes de que un bebé tenga dificultades para dormir. A veces, los bebés muestran estos comportamientos incluso si necesitan dormir; simplemente no logran la transición sin tu ayuda. Puede ser frustrante, pero también es completamente normal.

Cómo lograr que tu bebé deje de luchar contra el sueño

Si a tu recién nacido le cuesta dormir, no estás solo. La buena noticia es que existen varias estrategias suaves que pueden ayudar a que tu pequeño duerma mejor. La clave está en la constancia, la comodidad y estar atento a sus señales.

Patrones de seguimiento

Durante los primeros 3 o 4 meses, los patrones de sueño, alimentación y vigilia de tu bebé pueden parecer impredecibles, y eso es normal. Los recién nacidos aún se están adaptando a la vida fuera del útero y les lleva tiempo aprender a distinguir el día de la noche.

En esta etapa del desarrollo, los bebés no están preparados para un horario estricto. En lugar de intentar seguir una rutina rígida, es mejor ofrecer siestas y tomas a demanda. Mantén la flexibilidad y responde a las señales de tu bebé.

Aunque tu bebé no esté listo para un horario fijo, añadir pequeños momentos predecibles puede ayudar a sentar las bases de hábitos saludables. Por ejemplo, cantar una canción de cuna antes de la siesta puede convertirse en una buena señal para dormir con el tiempo.

Alimentar regularmente

También puedes ayudar a tu bebé a dejar de luchar contra el sueño, ofreciéndole tomas regulares, aproximadamente cada dos a cuatro horas, incluso si eso implica despertarlo suavemente. Monitorear sus patrones de sueño y alimentación puede ayudarte a identificar ritmos útiles a medida que surgen. Y no olvides consultar con el pediatra de tu bebé regularmente para asegurarte de que se alimenta bien y crece de forma constante.

Asegúrate de tener un buen ambiente para dormir

Un ambiente tranquilo puede marcar una gran diferencia. Empieza por preparar el escenario:

  • Mi bebé de 2 meses no duerme en el día: Envuelve a tu bebé (hasta que tenga aproximadamente 2 meses o hasta que comience a darse la vuelta).

  • Mantén la habitación entre 20 ºC y 22.2 °C.

  • Vístelo con una capa más de la que llevas puesta.

  • Déjalo dormir la siesta sobre tu pecho de vez en cuando (si estás completamente despierto y tiene menos de 4 meses)

  • Ofrece un chupete o mecerlo suavemente si está inquieto.

Estos pequeños cambios pueden ayudar a que tu bebé se sienta seguro y cómodo, lo que podría reducir su resistencia a la hora de acostarse.

Introducir señales diurnas y nocturnas

Para ayudar a tu bebé a reconocer la diferencia entre dormir y estar despierto, exponlo a la luz natural durante el día. Mantén un ambiente animado y luminoso cuando esté despierto, y luego cambia a un ambiente más oscuro y tranquilo por la noche.

Una rutina constante para la hora de dormir, incluso una corta, puede ser muy útil para que tu bebé deje de luchar contra el sueño. Considera un baño tibio, un masaje suave o mecerlo en una habitación con poca luz. Estos rituales relajantes le indican a tu bebé que es hora de relajarse.

Aliviar las molestias digestivas y el reflujo

Si a tu pequeño le cuesta conciliar el sueño después de comer, es posible que tenga reflujo o gases. Intenta mantenerlo erguido durante al menos 30 minutos después de comer y hazle eructar con frecuencia. Darle cantidades más pequeñas con más frecuencia también puede ayudar.

Si sospechas que tiene reflujo o cólicos, consulta con el médico de tu bebé. Los síntomas del reflujo a veces pueden ser similares a los de los cólicos, por lo que recibir orientación personalizada puede marcar la diferencia.

Preguntas frecuentes

Intenta ofrecerle siestas y tomas a demanda, manteniendo su espacio de sueño tranquilo y oscuro, y usando señales suaves como canciones de cuna o mecerlo para indicarle que es hora de dormir.

Esto te podría interesar

Sobre el contenido aquí publicado

La información de este artículo se basa en las recomendaciones de expertos que se encuentran en fuentes rigurosas: médicas, institucionales y/o gubernamentales. En ninguna circunstancia, el contenido de esta página debe reemplazar las sugerencias médicas y/o de especialistas. Es responsabilidad del lector siempre acudir a los profesionales para obtener orientación precisa. Para más información de nuestros lineamientos editoriales, consulta el apartado Ética Editorial de Pampers®.