Técnica para dejar el pañal: Recompensas por dejar el pañal

Todo iba tan bien con el entrenamiento para dejar el pañal. Pero, de repente, tu hijo no avanzó más. O, peor aún, tuvo un retroceso. No te preocupes. Es completamente normal que los niños se tomen su tiempo o sufran regresiones. Nuestro trabajo es resaltar y destacar lo que hacen, sin importar el lugar en el que se encuentren en el proceso.

Habiendo dicho esto, para alentar a tu hijo a que siga adelante, puedes darle algunos incentivos divertidos. Así es como puedes motivarlo sin presionarlo.

  • El arte de las recompensas

  • Ayudantes de la bacinilla

  • Ropa interior y prendas

El arte de las recompensas

Las recompensas pueden ser herramientas poderosas cuando se utilizan de forma correcta. Sin embargo, cuando se utilizan de forma incorrecta, pueden ser contraproducentes, lo que hará que el niño deje de concentrarse en la técnica para dejar el pañal y desee el premio. Sigue estos lineamientos para mantener todo bajo control:

  • Comienza con recompensas que no sean materiales. Tu cariño y las felicitaciones son la recompensa más importante de todas. Siempre debes alabar o abrazar a tu hijo cada vez que intenta dar un paso, como por ejemplo, si te dice que desea orinar, incluso si es en el pañal. También puedes celebrar pequeños logros (como que se siente en la bacinilla, incluso si no la utiliza para orinar o defecar) llamando a un ser querido y contándole lo sucedido. Algunos padres cantan algo especial o bailan cada vez que su hijo va al baño a orinar o defecar. Evita hacerlo de forma exagerada. No hagas parecer que el proceso es extremadamente importante ni presiones a tu hijo demasiado. >* Haz que las recompensas materiales sean pequeñas. Intenta darle recompensas a tu hijo cada vez que logra un objetivo. Ve a la tienda y compra regalitos pequeños, como calcomanías, carritos o crayones. Colócalos fuera de su alcance, pero en un lugar donde el niño pueda verlos durante sus visitas a la bacinilla. Entrégale uno solo cuando cumpla con el objetivo. De otra forma, te quedarás sin regalos en cuestión de horas.

  • Evita comprar artículos grandes y costosos. Darle a tu hijo regalos costosos hace que pierda la concentración en la nueva habilidad y que la ponga en los artículos. Esto hará que, naturalmente, espere un regalo cada vez más grande. Tu hijo usará la bacinilla porque tiene el control de su cuerpo y confianza en sus habilidades, no porque sea un vale para un juguete nuevo.

  • Aunque ofrecerle recompensas comestibles (como dulces, helados, papitas) puede ser algo efectivo a corto plazo, muchos expertos nos advierten respecto al uso de la comida como recompensa. No querrás que tu hijo comience a pedir determinados alimentos (por ejemplo, dulces) como algo que recibe cuando te agrada que haga algo o cuando hace algo "bueno". Lo mejor es tratar el tema de la comida por separado, en lugar de mezclarlo con el entrenamiento para dejar el pañal.

  • Haz que la recompensa sea de inmediato. Probablemente reforzarás el comportamiento deseado al recompensar a tu hijo de inmediato. La mayoría de los niños pequeños no tienen una perspectiva suficiente de cómo lograr una conexión entre la recompensa y el comportamiento si reciben la recompensa horas después de haber cumplido el objetivo. Cuanto más pequeño es el niño, más inmediata debe ser la recompensa.

Ayudantes de la bacinilla

Existen otras maneras efectivas de motivar a tu hijo, más allá de las recompensas.

Intenta estas tácticas:

  • Haz que el orinal sea el mejor asiento de la casa. Si deseas que tu hijo pase más tiempo en el baño, debe ser un lugar cómodo y divertido al que ir. Cuando vayas a comprar la bacinilla, hazlo junto con tu hijo. Deja que elija una de su color favorito o con una forma divertida, como un animal o un automóvil, por ejemplo. También puedes decorar la bacinilla que ya tienes con adhesivos. Puedes escribir el nombre de tu hijo en el inodoro con un marcador permanente. Puedes colocar libros especiales en un lugar cerca de la bacinilla para alentar a tu hijo a quedarse más tiempo allí.

  • ¡Guau, con color! Coloca unas gotas de colorante azul en el inodoro o en la bacinilla. Muéstrale a tu hijo que si le agregas colorante amarillo, el mismo color de su orina, esto hace que cambie a color verde. Una vez que tu hijo perciba el mágico cambio de color, estará más dispuesto a cambiar el color él mismo.

  • Utiliza un acompañante. Ir al baño puede ser más divertido cuando estás acompañado, por ejemplo con un oso de peluche o una muñeca que bebe y orina. Invita a tu hijo a mostrarle a su compañero cómo debe utilizar el inodoro: una vez que ayude a su compañero a desarrollar esta habilidad, es probable que logre su objetivo.

  • Haz que la práctica del objetivo sea divertida. Si tienes un niño, una buena forma de motivarlo a orinar de pie (y con el objetivo de que orine dentro de la bacinilla), es convertirlo en un juego: deja cereales con forma de O en la taza del inodoro para que les "apunte". También puedes utilizar objetivos de papel. Crea tu propio papel higiénico de color, o compra uno especial para utilizarlo como objetivo con diferentes formas.

Ropa interior y prendas

  • Compra ropa interior especial para "niño grande". La transición de los pañales al uso de la ropa interior es una forma interesante que hará que tu hijo se sienta mayor. Incluso si aún no está preparado para usar ropa interior de "niño grande", la experiencia de comprarla es un paso en la dirección correcta. Cuando comience a usar su ropa interior favorita, se verá más motivado y querrá mantenerla seca y limpia. (Compra muchos pares, ya que es posible que haya accidentes).

  • Viste a tu hijo con prendas que sean fáciles de sacar. Si tu hijo debe complicarse con muchos cierres o botones para usar la bacinilla, es posible que se rinda en el proceso. Intenta simplificar el guardarropa. Los buzos y los pantalones con cintura elástica funcionan muy bien. Durante los meses cálidos, puedes dejar que ande desvestido. ¡Todo lo que debe hacer es encontrar la bacinilla y usarla!

Si nada de lo que intentas hace la diferencia, tu hijo te está diciendo que todavía no está preparado. En este caso, lo que debes hacer es esperar a que esté física y emocionalmente preparado para continuar. Tu paciencia y tu preparación son la combinación perfecta.

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