¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)?

Es posible que hayas oído hablar del SMSL, un tema que preocupa a los padres de niños pequeños. SMSL significa síndrome de muerte súbita del lactante. Aunque las causas del SMSL no se conocen del todo, hay medidas que puedes tomar para crear un entorno de sueño seguro para tu bebé y ayudar a prevenir el SMSL.

Sigue leyendo para saber más sobre qué es el SMSL, cuáles son sus causas, cuáles pueden ser algunos de los factores de riesgo y qué puedes hacer para prevenirlo.

¿Qué es el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante?

La Clínica Mayo detalla que el Síndrome de Muerte Súbita Infantil (SMSI) es la muerte sin una razón en particular, que sucede durante el periodo de sueño de un bebé, menor de un año de edad en su cuna. A veces se denomina muerte súbita en la cuna porque suele ocurrir cuando el bebé está durmiendo.

¿Es frecuente el SMSL?

Si te estás preguntando qué tan común es el SMSL, las estadísticas muestran que el SMSL es raro en los Estados Unidos. Según datos de 2017, la tasa de SMSL fue de 35,4 muertes por cada 100 000 nacidos vivos. Esto significa que el SMSL afectó a menos del 0,04 por ciento de todos los nacidos vivos en Estados Unidos. 

No te pierdas estos consejos imprescindibles sobre el sueño de un consultor pediátrico del sueño.

¿Cuándo disminuye el riesgo de SMSL?

Una pregunta natural que te puedes hacer es cuándo puedes dejar de preocuparte por el riesgo de SMSL. La mayoría de las muertes por SMSL se producen en los primeros meses de vida del bebé y, de hecho, los lactantes son más vulnerables entre el segundo y el cuarto mes.

El riesgo de SMSL disminuye significativamente después de que el bebé cumpla 6 meses y se dé la vuelta, señal de que está desarrollando el control de la cabeza y el cuello.

Consejos para dormir con seguridad y prevenir el SMSL

Es importante saber qué puedes hacer para prevenir el SMSL. Sigue estos pasos para mantener seguro a tu bebé y reducir el riesgo de SMSL: 

  • Duerme a tu bebé boca arriba. Hazlo siempre durante su primer año de vida, y dile a cualquier otra persona que pueda cuidar de él que esto es imprescindible, ya sea para la siesta o para dormir por la noche. Una buena forma de recordarlo es con la expresión "Volver a dormir". Algunos bebés se ponen boca abajo o de lado por sí solos después de colocarlos boca arriba; no pasa nada por dejarlos en esa posición, dicen los expertos, siempre que sean capaces de darse la vuelta en ambos sentidos sin ayuda.

  • Mantén la cuna desnuda. Asegúrate de que el colchón de la cuna es firme y se ajusta perfectamente a la cuna sin dejar huecos a los lados. Evita utilizar acolchados, mantas, edredones, almohadas, protectores o colchas. Sólo debe utilizarse una sábana bajera ajustada, nada de ropa de cama suelta. No coloque nunca juguetes en la cuna, ni siquiera ositos de peluche. Estas superficies y objetos mullidos pueden interferir en la respiración del bebé.

  • Coloca a tu bebé sobre una superficie firme. A veces tu bebé puede quedarse dormido en el asiento del coche, el cochecito o el fular portabebés. Llévalo a una superficie firme lo antes posible. No lo duermas nunca sobre una cama de agua o un cojín.

  • No dejes que tu bebé se sobrecaliente. Evita que se caliente demasiado, ya que aumenta el riesgo de SMSL. Asegúrate de que no se tapa la cabeza cuando lo acuestes. Asegúrate de que la temperatura del aire le resulta agradable: que no haga demasiado calor. No vistas a tu bebé con más de una capa de ropa de la que llevarías tú y no utilices mantas. En su lugar, prueba a ponerle una manta o un saco de dormir sin capucha, o un pijama. Si la cabeza de tu bebé está caliente y suda, o si siente calor en el pecho, es que tiene demasiado calor.

  • Deja que duerma en tu habitación. Aunque esto depende de tus preferencias personales, los expertos recomiendan que tu bebé duerma en tu habitación contigo, pero solo en una cuna. Si es posible, inténtalo hasta que tenga 12 meses, y considera la posibilidad de mantener la cuna o el moisés a un brazo de distancia de tu cama.

  • No duermas con tu bebé. Dormir en la misma cama que tu bebé no es recomendable, y te explicamos por qué: Aumenta el riesgo de SMSL porque puedes rodar accidentalmente sobre tu hijo mientras duermes, y el bebé corre el riesgo de enredarse en la ropa de cama.

  • Amamanta a tu bebé. Si puedes, dale el pecho al menos durante los seis primeros meses. Las investigaciones sugieren que esto puede reducir significativamente el riesgo de SMSL.

  • Contacto piel con piel. El contacto piel con piel tiene muchos beneficios. Puedes practicarlo mientras das el pecho o el biberón, o en cualquier otro momento del día. Papá también puede hacerlo.

  • No confíes en un vigilabebés para el SMSL. Los expertos desaconsejan el uso de monitores y otros dispositivos que dicen reducir el SMSL, porque se ha demostrado que no son eficaces.

  • Ofrécele un chupete. Chupar un chupete a la hora de la siesta y de acostarse puede reducir el riesgo de SMSL. Pero no utilices chupetes con correa o cordón, ni chupetes que se enganchen a la ropa. Si le das el pecho, espera a que el bebé tenga tres o cuatro semanas y a que te hayas adaptado a la rutina de lactancia antes de ofrecerle el chupete. Si se le cae el chupete de la boca mientras duerme, no se lo vuelvas a poner.

  • Asegúrate de que tu bebé recibe todas las vacunas necesarias. Algunas investigaciones indican que las vacunas pueden ayudar a prevenir el SMSL.

  • No fumes cerca de tu bebé. No fumes cerca de tu bebé y mantén tu coche y tu casa libres de humo. Mantén a tu bebé alejado de lugares donde se fume.

  • Asegúrate de que las cunas y el equipamiento del bebé son seguros. La cuna, el moisés, el cochecito y el parque infantil deben cumplir las normas de seguridad vigentes. No utilices el artículo si está roto, y si lo pides prestado o lo usas de segunda mano, asegúrate de que cumple la normativa vigente.

  • Dale tiempo boca abajo. Deja que tu bebé pase mucho tiempo boca abajo cuando esté despierto, ya que le ayuda a fortalecer los músculos del cuello y la espalda. Acuérdate de supervisar el tiempo boca abajo, asegurándote de que tu bebé permanece despierto.

Es mucho para asimilar, pero este eslogan puede ayudar. Recuerda el ABC del sueño seguro: Tu bebé siempre debe dormir: 

SOLO;

boca arriba;

en una CUNA.

El ABC del sueño seguro

¿Causas y factores de riesgo del SMSL?

No se sabe exactamente cuál es la causa del SMSL, pero puede haber algunos factores ambientales que hacen que un bebé sea más vulnerable al SMSL, así como factores maternos, físicos y generales que pueden aumentar el riesgo. A continuación se describen con más detalle: 

Factores ambientales del sueño

El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante tiene posibilidades de ocurrir entre los 2 y 4 meses de edad. A continuación, presentamos algunos factores que pueden incrementar el riesgo de SMSL.

Algunos factores del sueño que aumentan el riesgo de SMSL son:

  • Posición para dormir boca arriba o de lado. Los bebés que duermen boca abajo o de lado pueden tener más dificultades para respirar que los que duermen boca arriba.

  • Dormir sobre una superficie blanda. Dormir sobre un edredón mullido, un colchón blando o una cama de agua puede obstruir las vías respiratorias del bebé.

  • Compartir la cama. Dormir en la misma cama que los padres, hermanos o mascotas aumenta el riesgo de SMSL, debido a la posibilidad de que se obstruyan las vías respiratorias del bebé.

  • Sobrecalentamiento. Tener demasiado calor mientras se duerme puede aumentar el riesgo de SMSL.

Factores de riesgo maternos

Incluso antes del nacimiento, las futuras mamás pueden contribuir involuntariamente al riesgo de SMSL de su bebé. Entre los factores de riesgo maternos se incluyen los siguientes: 

  • es menor de 20 años

  • fuma cigarrillos

  • consume drogas o alcohol

  • ha recibido cuidados prenatales inadecuados. Por eso es importante programar y acudir a todas las visitas prenatales.

Factores físicos

Estos son algunos de los factores físicos de riesgo que pueden aumentar el riesgo de SMSL de un bebé:

  • Defectos cerebrales. En algunos bebés, la parte del cerebro que controla la respiración y el despertar del sueño no ha madurado lo suficiente para funcionar correctamente, lo que los hace más vulnerables al SMSL.

  • Bajo peso al nacer. Los bebés prematuros, gemelos o mellizos pueden no haber desarrollado aún el control total de la respiración y el ritmo cardíaco, lo que puede hacerlos más vulnerables.

  • Infección respiratoria. Un resfriado reciente puede contribuir a que los bebés tengan problemas respiratorios, lo que puede aumentar el riesgo.

Factores generales de riesgo

Aunque se desconoce la causa o causas exactas del síndrome de muerte súbita del lactante, estos factores pueden contribuir al riesgo general:

  • El sexo. Los niños son ligeramente más propensos a sufrir SMSL.

  • La edad. Los bebés son más vulnerables entre el segundo y el cuarto mes de vida.

  • La raza. Los bebés de raza no blanca corren más riesgo.

  • Antecedentes familiares. El riesgo es mayor entre los bebés cuyos hermanos o primos han muerto de SMSL.

  • Humo de tabaco. Los bebés que conviven con fumadores tienen mayor riesgo.

  • Nacimiento prematuro y bajo peso al nacer. Nacer antes de tiempo o tener bajo peso puede aumentar el riesgo.

Síndrome de Muerte Súbita Infantil

Es posible crear un ambiente seguro durante el sueño de tu bebé. Te compartimos algunos consejos para tener en cuenta:

  • Duerme a tu bebé boca arriba
  • Mantén la cuna descubierta
  • Asegúrate de que la superficie donde duerme es firme
  • No dejes que tu bebé se sobrecaliente
  • Deja que duerma en tu habitación, en su propia cuna
  • Si puedes, dale el pecho
  • Practica el contacto piel con piel
  • No confíes en los vigilabebés que dicen reducir el riesgo de SMSL.
  • Utiliza un chupete

El SMSL es un riesgo que preocupa a casi todos los padres. Ten en cuenta que el SMSL es muy poco frecuente y que, si tomas estas precauciones de forma sistemática durante el primer año de vida de tu bebé, puedes contribuir a reducir aún más el riesgo.

Esto también te puede interesar

Sobre el contenido aquí publicado

La información de este artículo se basa en las recomendaciones de expertos que se encuentran en fuentes rigurosas: médicas, institucionales y/o gubernamentales. En ninguna circunstancia, el contenido de esta página debe reemplazar las sugerencias médicas y/o de especialistas. Es responsabilidad del lector siempre acudir a los profesionales para obtener orientación precisa. Para más información de nuestros lineamientos editoriales, consulta el apartado Ética Editorial de Pampers®.

Fuentes